miércoles, 24 de junio de 2015

80 AÑOS DE: "LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ"


¡ A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre!!!! Scarlett O'Hara
¡Francamente, querida, me importa un bledo!, Rhett Butler




Este mes se cumple 80 años de la publicación de la primera edición de " Lo que el viento se llevó" (junio 1936), una obra, en fin a la que le queda vida por muchos años que cumpla. Un libro que hay que leer y un película que hay que disfrutar.  

                 


                   ¿Quién le iba a decir a Margaret Mitchell que su fractura de tobillo le iba a valer para escribir la novela, quizá, más vendida de la historia? Fue fu segundo marido quien la animó a que escribiera algo propio, pues en la biblioteca pública ya no quedaban libros de historia por leer.

                     La periodista, de Atlanta, creó una obra maestra a la que aportó su extenso conocimiento sobre la Guerra de Secesión, así como sus relaciones tormentosas de pareja. El éxito no se hizo esperar y, antes de la Navidad de ese año, ya se habían vendido más de un millón de ejemplares. Supongo que lo que nunca imaginó la novelista era que, en 1937, le iban a conceder el Premio Pullitzer

              Supongo que tampoco se imaginaría David O. Selznick (productor de cine) que adquiriría los derechos del libro para llevarlos a la gran pantalla y que sería una obra maestra del celuloide. Margaret no volvería a escribir ninguna novela más, pues con apenas 49 años moría, tras ser atropellada por el taxista Hugh Gravitt, quien conducía a gran velocidad y, además, estaba fuera de servicio.
             Lo que el viento se llevó es una excelente novela y, aunque sea muy extensa (1056 páginas) no se hace pesada. El escenario que elige la escritora es la Guerra de Secesión (entre los años 1861 y 1865). Los bandos enfrentados fueron los estados del Norte (La Unión) contra los Estados Confederados de América, integrados por 11 estados del Sur. Además está aderezada con varias historias de amor, pasiones, muertes, odios, venganzas y de rencores. Tiene largas descripciones de dicha guerra, de las ciudades arrasadas y de la plantaciones sureñas, antes y después del conflicto bélico.

            Es muy difícil resumir toda la novela, debido a los numerosos personajes que en ella aparecen. La trama, dividida en 5 partes, gira en torno a  la vida de Scarlett O’Hara, de 16 años e hija del esclavista Gerald O’Hara y de Ellen, de familia aristocrática. Scarlett vive en Tara, una gran plantación en el estado de Georgia, junto a sus hermanos Suellen, Carreen y Gerald.

              Como he comentado no voy a resumir el libro, no es plan de aburrir al lector, pero sí quiero céntrame en la película, en los numerosos directores que tuvo, en los actores y en otros datos curiosos, que quizá muchos no conocemos.

           Lo que sí puedo decir es que la novela deja un final abierto a la imaginación del lector y la incógnita de qué pasará entre Scarlett y Rhett.
            La película, por otro lado, es muy bastante fiel a la novela, aunque tiene algunos cambios. Tiene una duración de 239 minutos y se estrenó en 1939. En ella se narra la tormentosa historia de amor entre la obstinada sureña Scarlett, a la que le dio vida Vivien Leigh y el mujeriego Rhett Butler, que es interpretado por Clak Gable. Además de Leslie Howard (Ashley) y Olivia de Havilland (Melanie).

            El filme se rodó con cinco directores distintos: George Cukor, y Víctor Fleming; además de la ayuda de B. Reeves Eason, Sam Wood y William Cameron. El primer director, elegido por David O. Selznick, fue George Cukor, pero ya desde el inicio del rodaje hubo discrepancias sobre el guión y lo lento que iba el rodaje. También se rumoreó que Gable exigió su despido debido a que el director era homosexual y el actor se sentía incómodo.  A las pocas semanas abandonó la dirección Cukor. Pese a ello, continuó preparando a Vivien y a Olivia.  La obra la continuó  con Víctor Fleming, pero éste debido a sus problemas de salud tuvo que ser sustituido también.

             El guionista, Sidney  Howard, quién se llevó un Óscar, logró hacer un magnífico trabajo y lo más fiel posible a la novela.  La producción costó en aquellos tiempos más de cuatro millones de dólares y contó con más de 50 actores de guión y unos 2400 extras.

        Los premios que recibió fueron numerosos: además de ganar 8 estatuillas (de los 13 que competía), la película ganó dos premios especiales de la Academia. La actriz Hattie Mcdaniel, quien daba vida a la negra sirvienta Mammy, se convirtió en la primera mujer negra en ser nominada y lograr el Óscar. Sin embargo, ni ella y ninguno de los actores afro estadounidenses que aparecieron en el filme fueron invitados al estreno, ocurrido en Atlanta en 15 de diciembre de 1939. Al parecer las leyes que mantenían la segregación racial en las instalaciones públicas hacían imposible la asistencia.  

            En cuanto a las diferencias con la novela, en la película se eliminaron los dos hijos que tuvo Scarlett (Wade y Ella Lorena)m de sus anteriores matrimonios, por lo que sólo tuvo a Bonnie Blue, hija de  Rhett Butler. Se suprimieron las muchas diferencias que hay en la novela con repecto a la situación política de Georgia tras la guerra y en particular a la amistad de los protagonistas con el gobernador republicano  Rufus Bullok. Un dato importante es la del fallecimiento del padre de Scarlett, que fue distinta en la película y donde se eliminaron escenas y se mezclaron otras, lo que ocasionó la supresión indirecta de Suellen en la muerte del padre de ambas.

                 Si nos fijamos en algunos datos curiosos, al parecer, la relación que mantuvo Vivien y Gable no fue tan idílica….pero se respetaron. Unos dicen que Gable comía cebollas para cabrear a Vivien y que ésta optaba por fumar mucho,, asqueada ante el hecho de que el actor usara dentadura postiza. El actor Leslie Howard era demasiado mayor para encarnar a Ashley (el personaje debía de rondar los 21 años al inicio del filme) y para hacerle más joven hubo que ponerle una peluca  y una buena dosis de maquillaje. A Vivien Leigh le sucedió algo similar ya que contaba con 25 años y debía de interpretar a una jovencita Scarlett con 16 años.

          La película se estrenó en España el 17 de noviembre de 1950, ya que la censura de la época no dejó exhibirla antes. Madrid (Palacio de la Múisca) y Barcelona ( Windson Palace) fueron los lugares elegidos para la ocasión. Estuvo en cartel casi un año. En televisión la pudimos ver el 27 de junio de 1986, en TVE y más de 20 millones siguieron la emisión.
               Selección de actores: David Selznick no escatimó en gastos y no fue una tarea fácil encontrar a su Scarlett. Más de 1.400 mujeres se presentaron  para el papel protagonista, entre las que se encontraban actrices de la talla de  Joan Crawford, Bárbara Stanwyck, Elizabeth Taylor o Katharine Hepburn, pero ésta última declinó la oferta porque había que someterse a las distintas pruebas. Un casting que duró 2 años, pero que al final se decantó por la inglesa Vivien Leigh.  Su interpretación la llevó al estrellato. Más tarde, en una memorable interpretación al lado de Marlon Brando en “Un tranvía llamado deseo” lograría su segunda estatuilla. Murió con 53 años.


                 Para interpretar a Rhett Butler, el productor negoció con Gary Cooper (se excusó alegando que la película sería un fracaso) o Errol Flynn. Magnífica la elección de Clark Gable.  Conocido por su bigote fino, el actor conquistó a muchas mujeres, llegando a casarse 5 veces. Murió de un ataque al corazón, con 59 años.  Un dato curioso es que Gable era el actor favorito de Hitler y éste, conociendo que estaba combatiendo en el conflicto mundial, ofreció una recompensa para el que se lo entregase vivo.  Hay que recordar que Gable se unió al Ejercito de los Estados Unidos. 

sábado, 13 de junio de 2015

S.O.S: LLEGA EL VERANO Y LAS DISPUTAS SE ACENTÚAN




              El verano está llamando a nuestras puertas y, en principio, imaginamos que es un periodo para la relajación. Creemos que disfrutar de esas merecidas vacaciones será maravilloso, pero…cuidado!!!! no te duermas en los laureles, pues lo que debe ser compartir y estar unidos como familia….puede acabar como el “rosario de la Aurora”, sobre todo para las parejas que ya arrastran  “malos rollos”.

                Durante el invierno la pareja tiene marcada una rutina diaria y unas normas familiares que, de alguna manera, se ha mantenido firme hasta que llegan las vacaciones.  ¿Qué pasa cuando llegan los días de relax?. Pues ni más ni menos que hay que “recolocarlos” ante los cambios que se producen en la época de solaz. De disfrutar del relax de la playa o el campo, podemos pasar a desear que los días de asueto se acaben antes y regresar a ”la paz del trabajo”.

            ¿Por qué escribo esto? Porque estoy segura que todos hemos peleado estando de vacaciones. Comenzamos planificando ¿dónde vamos este año?, ¿Se vienen tus padres con nosotros?, ¿qué haremos con los niños, que se pasan todo el día discutiendo?....y quizás éstas y otras preguntas acaban por agobiarte y lo “pagas” con la pareja. Se establece ya una pequeña batalla campal.

          Cuando se está todo un mes juntos, quizás es cuando te das cuenta de esos pequeños detalles que no te gustan de tu pareja y que, muy posiblemente, en invierno no le diste mucha importancia, pero no hay duda que el día a día nos va desgastando.
           Yo creo, que si es posible, hay que pactar las vacaciones. Sí habéis leído bien. Negociar el lugar en dónde se supone que vais a descansar y, después, las actividades que cada miembro de la familia realizará (sobre todo los niños)  Porque quizás al hombre le guste pescar y a su esposa no.  Quizás a ella le guste acudir a espectáculos veraniegos y a él, pues no.  Lo que importa es la familia o la pareja disfrute de esos días de descanso que todos necesitamos.

        Un ejemplo de “mal rollo” es que el caballero se levantara tarde y se marchara a la playa como si se fuera a la oficina. Su esposa se queda en casa y se ocupa en solitario de los niños, de la comida, de la compra, de la limpieza….. ¿Cómo se siente?, pues lógicamente, se cabreará pues se preguntará si ella está realmente de vacaciones y querrá la ayuda de la pareja.
         Si éste no está por la labor…..estalla la disputa. Lo ideal que todos los miembros de la familia colaboren. Y si ya el pasado año os pasó lo mismo, pues usar la cabeza y dialogar para no pelear. Nos gastamos una pasta en vacaciones y si encima lo pasamos mal..¿Qué narices de vacaciones son estas?

          No es necesario estar las 24 horas juntos, pues cada uno puede hacer actividades en solitario y eso no significa que tengamos “abandonada” a la pareja. Las estadísticas hablan por sí solas: una de cada tres parejas se divorcia tras el regreso de las vacaciones. Por lo que yo insisto: si tu relación está tambaleándose, Aysssssssssssssss, mejor lo solucionas antes, pues no hay que olvidar que los problemas también viajan.
          Una de las cosas que hay que tener muy claras es que irse con los suegros, por mucho que te lleves genial con ellos, no es bueno para disfrutar de tu pareja. Aysssssssssssssss, ¿pensabais que no iba hablar del sexo vacacional? La cama se convierte en una especie de termómetro en la relación de la pareja. Cuando se “usa” poco, nos convencemos que es debido al estrés del trabajo. En las vacaciones es cuando realmente se descubre si eso es cierto o por el contrario le ocurre algo a la pareja en ese terreno. Ya no debería haber estrés ni los agobios familiares o laborales.

           No nos engañemos. Si la falta de apetito sexual se prolonga en vacaciones: no existe ninguna barita mágica que lo vaya a solucionar en verano. Ni la sal de la playa, con la cervecita en el chiringuito; o el frescor de la montaña son milagrosos.

¿Nunca os ha pasado o escuchado esto?:
Primer día de vacaciones: “¡¡¡¡¡aysss, cielo, por fin estamos de vacaciones!!!

Tercer día: “cariño me voy a pescar con el vecino, no sé a qué hora regresaré”.

Quinto día: “Estoy hasta las narices de hacer las tareas sola. Tú sí estás de vacaciones”.

Séptimo día: “mira cielo,  te ruego que tengamos las vacaciones en paz”

Final de las vacaciones: “Ya no aguanto más. Se acabó. Nos vemos en el juzgado”.


           Sinceramente creo que las vacaciones (verano, Navidad o S. Santa) no son el problema. Es la falta de comunicación y empatía. Supongo que la solución no es llegar al divorcio a las primeras de cambio. Creo que habría que recomponer el diálogo, el afecto, la sinceridad y las ganas de amar.

lunes, 1 de junio de 2015

TOMAR LA INICIATIVA EN LA CAMA NO ES COSA SÓLO DE HOMBRES



               Siempre he respetado la condición sexual de cada persona. También me ha dado igual que un hombre esté con una mujer que podría ser su hija o a la inversa, pero ¡ayssssssssssss! hay temas que me niego en estos tiempos de libertad a asumir o aceptar.

            ¿Cómo a estas alturas puede verse mal que una mujer sea la que tome la iniciativa entre las sábanas?. Sí, aún hay cazurros (por no llamarles algo peor) que piensan que tomar la iniciativa en las relaciones sexuales debe ser cosa de los hombres. ¿Es que el sexo está condicionado por el género de la persona?

             Siempre he creído que debe existir entre la pareja una alternancia a la hora de jugar entre las sábanas. Y mira por donde unos amigos, del sexo masculino, van y me sueltan que no. Que le corresponde al hombre dar el primer paso con sus mujeres. Así que, medio mosqueada, les espeté eso de: “no me extraña que a vuestras mujeres les duela un día sí y otro también la cabeza”.

              Claro que ellas no se quedan cortas, porque escuché comentarios tan, tan arcaicos, que llegué a pensar que había vuelto el Generalísimo a nuestras vidas y, que con el Clero hemos topado. Comentarios del tipo: “mi marido siempre quiere, así que para qué me voy a molestar yo”; “mi madre me decía que estaba mal visto que la mujer pida sexo” o “y si mi marido me dice:¿quién te ha enseñado hacer eso?”….uffffffffffff. No les di un porrazo porque son amigas, pero ¡Dios! ¿Cómo pueden seguir pensando así?

              Puedo entender que, aún hoy en día, haya muchas mujeres maduras a las que les dé “corte” llevar ellas las riendas entre las sábanas. Muchas piensan que está mal visto o  que pueden calificarlas de “frescas”. También las hay que aún son de mentalidad tradicional…. pero los tiempos han cambiado y hay que dejar atrás esos prejuicios y no sentirse incómodas.
Estoy segura que a los hombres también les gusta que sus parejas tomen la iniciativa y tengan un papel más activo. A ellos les excita que ellas les sorprendan.

         Estoy segura que a más de uno se ha quejado de que siempre es él quien comienza el juego erótico. Hay que dejar de ser pasivas, hay que innovar, hay que tomar la iniciativa y probar cosas nuevas…o nuestra pareja se aburrirá y nosotras también.
Mi amiga Petri me decía que ella, directamente, nunca se lo había propuesto, pero que, a veces, le envía ciertas señales con la esperanza de que su marido se diera por aludido. ¿Eran señales de humo?
El sexo es disfrutar, es innovar, es explorar…el sexo no debe ser limitado. En la variedad está el placer.

          Así que en honor de mi querida Petri y de muchas otras que no se atreven aún a dar el primer paso os dejo algunos truquillos. Que conste que también son válidos para ellos.
A veces con una mirada pícara y una sonrisa puede ser el primer paso. Sin embargo, si no se da por aludido/a, pues te acercas a su oído y le susurras algo así: “tengo ganas de ti”.

            También puedes enviarle, a lo largo de la tarde, mensajes al móvil o WhatsApp un poco subidos de tono. Es divertido y es una forma de salir también de la rutina. “Anoche lo hicimos tan bien que hasta los vecinos se fumaron un pitillo” o “tengo ganas de que llegues para practicar lo que imagino”; “hoy he comprado un conjunto de lencería y he pensado en ti”;  pueden ser algunos de ellos…
             Cuando él/a  esté viendo la TV, pues te acercas y le acaricias por zonas que sabes son más sensibles. Pero ni se te ocurra ir directo al grano, pues pincharás.  Si viene cansado del trabajo, ¡aysssssssssssss! ya tienes la excusa perfecta para excitarle: primero le das un baño espumoso y después un buen masaje en la cama.