miércoles, 15 de julio de 2015

COMO LA LUNA LLENA



Ella deja el portátil sobre la mesa.  Antes había abandonado el libro, que estaba leyendo sobre su regazo. Hace viento y la noche es oscura. Ella tiene sueños, también esperanza y muchos deseos…
La palmera agita sus alas, con forma de peine.

El perro del vecino ha ladrado, quizá avisando; como cuando alguien pasa por su acera.
Ella escucha una silenciosa voz que la llama por su nombre. Se dirige a la habitación. Antes, abre la puerta.
En el camino, recuerda su infancia y su juventud, silenciosas las dos.
Se llama Alba, como el inicio del día, cuando aparece la luz.
Desde muy pequeña fue una soñadora. Leía mucho; como sucede en los pueblos sin horizontes.

A los trece años comenzó a trabajar en una farmacia y sabía hacer medicamentos, cremas y hasta potingues.
Un boticario amigo le pasó una fórmula magistral de conjuros, para crear realidades. Aprendió todo cuanto le enseñaron y creyó ser feliz. Hasta que a  los diecinueve años, todavía flor, un hombre la desposó y sólo le trajo miedos, daños e infelicidad.

Un día cualquiera, huyó de él. Tres hijas, con tres maletas en su haber. Ha necesitado años y años para borrar su imagen y la marca que le dejó.
Creó un nuevo lugar donde vivir y ser feliz; un ambiente donde hacer realidad sus sueños. En tierra cercana al mal. Creó su vida, y quiso tener un hombre que de verdad la amara.

Recordó las fórmulas que, en el laboratorio secreto de la farmacia, aprendió Y creó un hombre,  sería su obra final.
Antes había dicho no a cuantos extraños la pretendieron. Sólo buscaban su propia felicidad egoísta. No pensaban en ella.
Y ahora su hombre la ama. Es elegante y maduro. Se llama Juan, un hombre serio. Viste trajes color cedro, siempre con un clavel rojo y blanco, sobre la solapa.
Desde entonces, vive sola en una casa, algo apartada, a las afueras del pueblo.

Alba, ahora, trabaja por las mañanas en una joyería. Las clientas, amigas y su propia familia, creen que tiene un amante.
Quizás porque, recientemente, ha vuelto el brillo a sus ojos.
Está bella, con su media melena de color caoba. Se muestra muy vital y alegre. Su cuerpo tiene magia, libertad. Es brisa que hace balancear, en la orilla del arrollo, el cañaveral.
Por fin, ha triunfado a sus cincuenta años. Muchos las ven como a una diosa. Una diosa creadora de realidades nuevas. No le importan ni las miradas ni los rumores.  Ella es como la luz; es todo alegría. Se la ha visto danzar desnuda ante la luna llena, para alegrar su soledad.

Cosecha miradas, rumores….pero ella, en su mundo, es feliz. Le hacen preguntas, pero ella no responde. Sonríe.  Las mujeres más cercanas sospechan que tiene un amante que no habita en el pueblo, de eso están seguras. Pero nadie lo ha visto entrar ni salir.
¿Habrá hombres tan distantes y tan poco exigentes?, se preguntan las vecinas.

Llegando a la habitación siente el calor de una mano que la agarra por la cintura tiernamente. Su roce hace que vibre su ser. La lleva a la cama, el santuario de los dos. Ella abrió una ventana, probó de la manzana y se despertó la ilusión.
Alba se tumba. Palpa las sabanas  blancas, siente picazón en el vientre; le invade una extraña felicidad. Unos labios dulces se posan en sus pechos. Sus pezones erectos al tacto de él, reclaman sus labios.
Brazos que la abrazan. Es su amante que ha venido con la luna alta de la noche.

Viene desde muy lejos y siempre a petición de sus deseos. Es el amante que la abre al amor, a la locura. Ella creó este hombre con su fórmula mágica secreta.
Es su hombre, su amante. Y él la ama locamente. Sólo tiene besos para sus labios. Besos apretados que no quieren despearse. Salivas que se mezclan  en sabores a miel y canela.
Y  viene, como siempre, con un clavel rojo y blanco sobre la solapa. Su americana con coderas de pana.
Cuando lo recibe, ella no desearía saliera de su alcoba, de su alma, ni de su cuerpo abrasador. La transporta a otras dimensiones. El gozo con Juan es pleno, es real.
Más tarde, cuando llega la mañana, con los primeros vuelos de los pájaros, él desaparece.

Pero ahora lo tiene a su lado, bebiendo de su aliento. Es su macho que la lleva a una pasión desatada.
Es bien de noche, la luna está muy alta, muy clara. Luna llena. Entra un reflejo por la ventana. Se le salta el corazón al oler su piel. Cierra los ojos.
Una mano cálida llena el hueco que hay entre sus turgentes senos y siente una enorme presión en su pecho. Se pega a su lado. El vientre de su amante está contra sus redondeadas nalgas. Lo quiere dentro de ella. Necesita que su miembro viril juegue dentro de su cueva.

Al tacto unido de sus sexos crece el calor en los dos cuerpos. Juan la mira, ella sigue con los ojos cerrados. No quiere espantar la realidad que está viviendo.  Le besa el cuello. Le acaricia el pelo. Ella murmura, sin hablar.
Se siente deseada con su amante al lado. No necesita más. No hace preguntas. Nunca las hace ¿Para qué saber?
Juan espera los suspiros de Alba, es la aprobación, la señal. Adentra sus dedos en la entrepierna de ella y ….¡oh!, se estremece ante la humedad que los encharca.

Sabe que es el momento de penetrarla. Ella lo está deseando...
Y de pronto tiene la sensación de ser otra, descubre su nuevo espacio de aguas y jardines. De aromáticas flores silvestres. De mariposas que revolotean por su cuerpo.
Se ha convertido, de nuevo, en un manantial rebosante de placeres. Él rodea con sus brazos su cadera ancha, mientras la penetra. Suspiros y gemidos inunda la alcoba. Aprieta fuerte contra su vientre. Alba ha despertado a la nueva claridad que ha invadido su alcoba.
Se siente liberada de sus miedos pasados, de sus maltratos de joven esposa. Ahora es libre, es feliz y se siente deseada.


La pone boca arriba, le muerde los pezones, luego roces en la boca. Son fuertes besos para su diosa. Así se siente Alba. Un deseo que devora su entraña de mujer.
Ya es medianoche. Siente un calor de verano, lujurioso. La ventana sigue abierta y la luna es testigo. La palmera de la terraza  vierte nuevas figuras sobre las paredes de la alcoba.

Alba siente el gozo sexual  y se lleva de vida con la respiración de su amante.  Se siente dichosa. Está extasiada de pasión. El juega con el pelo en sus manos. Le besa la frente, la punta de los dedos y la nariz.  Siente la boca de él buscar su aliento dulce.
Alba, a través del pecho de Juan, percibe el olor del mar cercano que golpea intensamente las rocas. Vienen recuerdos de su infancia.
Se adentra en lo más ardiente de mi cuerpo. Llevo tiempo esperándote. Juan la está embistiendo intensamente. Me ha traído su sexo, su calor. Se aprieta a sus genitales más y más…. Mi corazón estalla. Me hago  suya y él se hace mío.

El calor sube, como sube la marea que inunda la playa de espumas blancas. Las figuras de la palmera en la pared se bañan de luna. La claridad del plenilunio las hace desvanecer. Se evaporan como se evapora la realidad de toda la casa. Todo es brillo.
Todo su cuerpo está inundado de luz, en sus grietas vaginales y en sus colinas pectorales. Es la luz del plenilunio. Es fuego. La realidad es fuego. Juan es una burbuja luminosa que ha inundado su vientre, su mente, su sexo abierto. La enciende, arde, la quema.

De su corazón sale un chorro de luz plateada que la arrastra y la transporta. Hay olor a tierra húmeda.
Alba se palpa la entrepierna, chorrea de fluidos ardientes. Siente en sus mejillas rojas el sabor a cercanía de su amante, a los labios gruesos de él contra los suyos húmedos que la besan apasionadamente.
Ella lo siente dentro, al lado o fuera. Su amante la ha inundado toda, como el mar inunda las marismas en la pleamar. Quiere mirarlo. El mundo le sabe a miel, cuando escucha sus gemidos.
No te vayas aún….susurra ella. Y abre los ojos…

Le escuecen  de tanta luz, ve borroso. Está ante un paisaje marino que avanza por sus entrañas, algas, caballitos, delfines, corales, estrellas de mar…
De nuevo está sola. Se levanta. Va al baño, se lava los ojos y, vuelve a la alcoba. En el pasillo, revoloteando como pájaros, parece ver una bandada de pétalos rojos y blancos de clavel. Juan ha estado aquí, piensa, mientras vuelve a la cama. Está feliz.

Se lleva la mano a la nariz y la huele. El aroma a canela dulzona le dice que él estuvo entre sus brazos y que se amaron bajo el influjo de la luna llena.  La dejó pletórica, extasiada y relajada.

La mañana le trae un nuevo sol. Los pájaros comienzan el día con trinos. La luna se ha dormido, pero volverá de nuevo cuando Alba lo reclame.  Sale de casa y a su paso aúllan las piedras; suspiran por ese olor a canela que desprende. 

jueves, 2 de julio de 2015

TÉRMINOS SEXUALES: DESCUBRE LO ÚLTIMO


Renovarse o morir…o eso, creo, que decía Miguel de Unamuno. Hoy en día para mejorar nuestra vida sexual  ya no sólo es necesario practicar distintas posturas o  realizarlo en lugares poco habituales…..¡¡¡no!!! También hay que saber y practicar (si te apetece) lo último en vocabulario sexual. Ocurre como con la moda y sus nuevas  tendencias, en economía, en psicología…hay que renovarse continuamente y con el sexo pues nos pasa lo mismo.
                ¿Os acordáis de cuando escribí sobre términos como el “precop”, “solodex”, “tickling”, “efecto coolidge” o “shagbag”…? Nos sonaba a chino. Estas palabras ya forman parte de nuestro vocabulario para las prácticas o tendencias sexuales.

            Ahora os traigo lo más nuevo, palabras que están de moda entre nuestros jóvenes. Quien lea revistas de moda  o acuda a terapias de pareja, seguro que las ha escuchado.  Nuevas conductas, juguetes eróticos, actitudes, fijaciones e incluso alguna patología, ya tienen nombres en castellano (además del inglés) y que estoy segura a más de uno nos sonará peor que el chino.  Haremos un barrido por Internet a ver qué novedades nos encontramos. No están todas, pero os dejo las más curiosas.

Bareback: o lo que es lo mismo el llamado “sexo a pelo”. Hacer el acto sexual sin preservativo, especialmente el sexo anal.

Bukake: varios hombres eyaculan sobre una persona, siendo igual el sexo al que pertenezca

Cock ball: es un práctica sexual sadomasoquista y que se puede realizar de distintas maneras y grado de dolor. Se usan para recibir placer o para castigar.

Facesitting: sentarse sobre el rostro de la pareja. Si la mujer aprieta sus genitales sobre la cara del hombre se llama queening. Si es el hombre quien lo hace se denomina kinging.
Free pass: es parecido a una tregua sexual entre la pareja. Es dar permiso o libertad para echar unas canitas al aire.

Frot: es frotar dos penes erectos, uno contra el otro. Sin que haya penetración.

Gang bang: Es un tipo de orgía en la que varios hombres mantienen sexo con una misma mujer, ya sea por turnos o todos a la misma vez.

Glory hole: es un agujero (glorioso) en una pared para se usados como observatorio o para para mantener relaciones sexuales con otra persona que esté al otro lado de la pared.

Quickly: “echar un polvo rapidito”. Mantener sexo sin preparación, incluso sin desnudarse.

Punto K: sin duda es mucho menos conocido que el punto G. Está ubicado en la unión de la vagina con el cuello del útero. Si lo encontráis veréis que es muy placentero. Al parecer los descubrió Bárbara Keesling, en el año 1998.

Swingers: intercambio de parejas y sexo, sin compromiso. Es una forma de “oxigenar” a la pareja que ha entrado en monotonía.

Tea bagging: es poyar los testículos sobre la frente de la pareja y acariciar los testículos mediante la boca.