miércoles, 2 de marzo de 2016

LITERATURA Y CINE: PALMERAS EN LA NIEVE

“Dicen que quien no conoce su pasado está condenado a repetirlo, conocerlo te brinda la posibilidad de ponerte en la misma piel, de no cometer exactamente los mismos errores que los que cometieron los que tejieron todo el hilo de tu historia”,  Adriana Ugarte



España, allá por el año 1898, perdía las últimas colonias de ultramar: Puerto Rico, Cuba y Filipinas. Nuestro país conservó el protectorado de Marruecos y de algunas provincias de Guinea Ecuatorial, aunque después ambos territorios lograron su independencia.
Desde el año 1926, la isla de Fernando Poo (actualmente Bioko) fue parte de la llamada “Guinea española” hasta que, en 1968, logró su independencia. Muchos españoles salieron de España hacia Guinea en busca de un futuro mejor. Muchos trabajarían en distintas plantaciones de cacao.

La novela “Palmeras en la nieve”, de Luz Gabás, nos relata la historia de esos colonos, de la cultura de aquella isla. Desde luego, no falta una bella historia de amor imposible. Aderezada con secretos familiares, tradiciones desconocidas, aventuras, confesiones, traiciones, pasiones e intrigas. En el libro se mezclan dos tiempos, dos culturas y dos generaciones. He gozado de esa historia de amor, de esos secretos familiares, de aventuras, de aquellos españoles en Guinea y de las grandes diferencias que existían entre negros y blancos.

Luz Gabás nació en Huesca (1968). Es licenciada en Filología inglesa, novelista y, además, ha sido alcaldesa de la localidad de Benasque (municipio de Huesca). Su primera novela “Palmeras en la nieve” fue un éxito de ventas en el 2012.  Este pasado año fue llevada a la gran pantalla en España, con un gran triunfo en taquilla.
Alguien podría pensar que es un tocho de novela (736 páginas), pero os puedo asegurar que la autora compagina de forma extraordinaria distintos géneros (novela autobiográfica, realidad histórica e historia amor). Su estilo es elegante y bastante minucioso en todo lo que describe.

En la novela, al igual que en la película, se mezclan perfectamente el presente y el pasado de muchos personajes. Nos cuenta que los problemas ocasionados con la colonización no desaparecieron con la ansiada independencia, sino todo lo contrario. Hoy en día ese país vive un estado dictatorial militar, con graves problemas de alimentación  y de servicios. Además, su riqueza es explotada por empresas extranjeras. El informe de Estados Unidos sobre tráfico de personas de 2012 dice que «Guinea Ecuatorial es una fuente y destino para las mujeres y niños sujetos a trabajo forzado y tráfico sexual».

Centrándonos en la novela, ésta comienza con  una triste y emotiva  despedida de Kilian y Bisila (la pareja que intenta vivir un amor imposible en aquella época). Es Clarence quien descubre,  en 2003,  un trozo de una carta  en donde se da a entender que desde España se está enviando dinero a Guinea para alguien.
Ese retazo de la carta le llama la atención, pues cree que hay muchos misterios en su familia que no sabe y  hará que viaje en el tiempo y en el espacio y  se desplazará desde Huesca hasta Bioko, para visitar e investigar en la tierra  en la que su abuelo Antón, su padre Jacobo y su tío Kilian vivieron y trabajaron durante muchos años en una plantación de cacao.
Poco a poco Clarence va descubriendo esa historia de amor, así como las vivencias de sus familiares y amigos. Un secreto que en cierta forma le afecta a ella misma y a su prima Daniela (hija de Kilian). No se atreve a preguntarle ni a su padre ni a su tío, pero cree que no le dirán la verdad, por lo que recurre a Julia, una vieja amiga de la familia y que además compartió con ellos los años que pasaron en Fernado Poo. Sin embargo, Julia no le da la información que ella busca y la remite a su padre, lo que hace que se sienta mucho más curiosa.
En cuanto a la película, se estrenó a finales de 2015 con el mismo título que la novela, con un presupuesto de 10 millones de euros (el mayor presupuesto para una película española en los últimos tiempos). Fernando González Molina dirigió un ambicioso proyecto, que le está dando sus frutos, con la ayuda del responsable de la fotografía, Xavi Giménez, que consigue un impresionante trabajo. Supo  resaltar los contrastes de la montaña oscense y el color vivo de Guinea.
Respecto a la música, no podía faltar para esa historia de amor el tema principal de la BSO, compuesto por Pablo Alborán y Lucas Vidal.

 En el reparto, nos encontramos con Mario Casas (Kilian), Adriana Ugarte (Clarence), Macarena García (Julia), Berta Vázquez (Bisila), Daniel Grao (Manuel), Alain Hernández (Jacobo) Emilio Gutiérrez Caba (Antón), Laia Costa (Daniela)…
La película se rodó en Gran Canaria, en Teror, donde se construyeron magníficos escenarios para recrear los escenarios existentes en Guinea.  También se rodó en Colombia y Huesca. Cinco meses duró el rodaje y con la participación de más de 3500 personas.

En mi humilde opinión, Berta Vázquez (Bisila), sin duda, ha sido un gran descubrimiento. Un gran desafío en el que estuvo resuelta, enigmática y muy sincera. Tuvo que aprender un idioma desconocido (bubi) y era su primer papel en cine. Alain Hernández: (Jacobo) es otro novato que bordó el personaje de canalla, mujeriego y vividor. Se le ha podido ver actuar en algunas series (como Mar de Plástico, B&B) o como actor secundario en las película Ismael y Ocho apellidos catalanes.


Como curiosidad, Mario Casas conoció en el rodaje de la película a Berta Vázquez y entre ellos surgió un feeling, que hizo que Mario dejara a la que era su novia, por entonces María Valverde, y actualmente son pareja.  Las escenas entre Kilian y Bisila tienen un contenido erótico bastante explícito. Para Mario Casas es sin duda el mejor personaje que ha interpretado a lo largo de su carrera, y el nuevo “talismán” del director, que ha trabajado con él en varias películas y cuanta de nuevo con él para la próxima.

viernes, 19 de febrero de 2016

SLOW SEX (sexo lento): mayor calidad



Si nos preguntan: ¿Qué entiendes por practicar un Slow Sex? Seguro que nuestras abuelas se llevarían las manos a la cabeza y nos dirían que seguro es una guarrada. ¡Pobrecitas! ¿Qué sabían ellas?

Sin embargo, el slow sex (sexo lento) es una forma de retardar el orgasmo. Esta ideología nos propone ralentizar el ritmo, pues se disfruta mucho más en el camino y no sólo con llegar a la meta. Más calidad y no tanta cantidad.

Dicen los entendidos en la materia, que los españoles somos expertos en terminar pronto la faena (15,2 minutos, de media) y olvidan que en el sexo no debe haber prisas: olvida el reloj. Y desde luego, apaga el puñetero Whastsapps.

¿Cuántas mujeres y hombres se han quejado de que la etapa de la seducción, es la primera que se elimina una vez que la pareja es estable? ¡Un error imperdonable!
¿Por qué muchos dan por sentado que nos “abrimos de piernas” sin necesidad de que antes nos doren un poco la píldora?

Cada mujer es un mundo,  pero casi todas coincidimos en que necesitamos una media entre 10 y 20 minutos para estar muy excitadas. Es verdad que si quieres excitar a un hombre, con sólo tocarle los genitales lo consigues, mientras que si comienzas por esa zona en la mujer, lo que consigues es todo lo contrario. Logras que la llama se apague.
Me imagino que alguno dirá: ¡Diantre! Y, ¿cómo sé cuándo ella está muy excitada? Sencillamente, calcula el tiempo que crees que ella necesita y lo doblas. Si la mujer está excitada antes, estoy segura que lo notarás.

¿Cómo se logra eso del slow sex?, es tan sencillo como cambiar de postura, aminorar la marcha o parar cuando sientas que el orgasmo está a punto de llegar.
Hoy en día, nuestra vida es frenética y hay poco tiempo para disfrutar plenamente del sexo, de tener una buena sesión erótica; de esas en la que acabas agotado y duermes plácidamente.
 Muchas parejas se quejan de que su vida sexual está falta de emociones o que está sumida en la rutina. Hay que darle otro aliciente al tema. ¿Estamos de acuerdo? ¡Brindemos por una mayor calidad en nuestras relaciones sexuales!
El sexo es para disfrutar los dos al máximo. Nuestro cuerpo tiene que sentir nuevas sensaciones placenteras y para ello no hay que tener prisas. Hay que sentir y dejar para lo último el coito. No necesitamos ningún manual para ello. Tan sólo hay que dedicarle tiempo y mayor calidad a la relación.

Hay que comenzar por la mañana y para ello tenemos los Whastsapps, que son gratis. Enviaros algunos mensajes cariñosos e incluso subidos de tono a lo largo del día.  Una vez en casa, creemos un ambiente con una luz cálida y suave, que favorece mucho y, además, permite crear una atmósfera más sensual e íntima. Las sombras pueden dar mucho morbo. Aunque, ya sabéis que sobre gustos no hay nada escrito. 
No hay nada mejor que un gran estímulo para que la llama se encienda, por lo que no hay que tener prisas.

El slow sex nos propone invertir como mínimo una media hora, incluyendo los juegos previos al coito. No hay duda de que los preámbulos tienen mucha importancia cuando se trata de excitar a la pareja.


Hay que detenernos en ellos para lograr que la temperatura suba al máximo. Las caricias, los besos ardientes por todo el cuerpo, el sexo oral y la masturbación mutua hacen más lenta y de mayor calidad la relación. No hay que desechar distintos juegos y cambios de posturas, eso sí a ritmo lento. Como se cocinaba antes….a fuego lento, sin prisas. ¿A que la comida estaba más rica?

martes, 26 de enero de 2016

MÚSICA, SEXO Y SEDUCCIÓN


Dicen que la música amansa a las fieras. No sé si calmaría la ferocidad de un león…pero todo es posible. También tiene otras funciones, como la de arrullar a los niños o estimular a los nonatos.
Además, está probado que tiene algunas propiedades terapéuticas…y, ahora, es afrodisiaca. Yo no dudo de que la música sea una gran herramienta para hacernos sentir mejor, pero de ahí a que te entren ganas de sexo...no sé…

Es un buen estimulante para percibir muchas sensaciones: ganas de bailar o de llorar según nos trasmita la canción, entre otras. Lo que sí he comprobado es que cuando estás enfadada/o y pones una de tus canciones favoritas se va disipando ese mal estado. Y sin dudarlo, si planeas un encuentro romántico con tu pareja…la luz, las velas y la música obran milagros.

Pero voy a ceñirme a lo que normalmente escribo: relaciones de parejas y sexo.
¿Cuánta importancia tiene una balada musical ante un encuentro sexual? ¿Qué estilo nos gusta más para una noche de seducción? ¿Sexo con música o sin ella?
También podría ser que nos guste poner música en el dormitorio para que el vecino de al lado, los hijos o los padres…no nos escuchen jadear o gemir….

Hace unos años realizaron “las mentes pensantes” un estudio sobre qué relación puede haber entre el sexo, la seducción y la música.
Se llamó: “La ciencia detrás de la canción” y, por lo visto, más del 40% de los encuestados, confirmaron que la música que escuchamos mientras practicamos sexo nos estimula más que el tacto o la sensación del cuerpo de la pareja. Yo aquí difiero…claro que  a mí no me encuestaron.

Además, Daniel Mullensiefen, psicólogo encargado del estudio, añadía que: “La música es capaz de activar las mismas zonas de placer del cerebro que la comida o el sexo”….no sé, no sé.
     ¿Sabéis la canción que encabeza la lista de las 20 mejores canciones que el sexo?, pues nada más y nada menos que “Bohemian Rhapsody”, de Queen.  Personalmente me encanta toda la música de Queen, pero no la sustituiré jamás por una buena sesión de sexo.

         Por otro lado, la banda sonora de la película “Dirty Dancing” fue nominada como la mejor música que se debe escuchar dentro del dormitorio de la pareja. La mejor canción para ayudar a la pareja a animarse y empezar el juego de la seducción fue “Sexual Healing”, de Marvin Gaye.

    A mí me hace gracia esta última votación, pues los encuestados eran personas de entre 19 años y 91…no veo yo a mis abuelos juguetear escuchando esta canción.

     No quiero ser “mala” y meter a todos los compositores en el mismo saco….pero hoy en día no se escriben canciones románticas como antaño. Esas que te ponen “la piel de gallina”, por lo que nos transmite la voz, el sonido y hasta el mensaje
        Os dejo una lista de canciones de esas con las que hay que deleitarse en la intimidad de nuestro dormitorio y abrazados a la pareja.
       No creo a nuestros jóvenes les guste mucho este tipo de música. Lo mismo les “pone” un buen reggaetón. Podéis votar, comentar e incluso añadir las que más os gusten.


1. I’ve been loving you too long, de Otis Reding

2. Ghost La sombra del amor, de The Righteous Brothers 

3. Je T’aime Moi Non Plus, de Jane Birkin et Serge Gainsbourg

4. You can leave your hat on, de Joe Cocker

5 My First My Last My Everything, Barry White

6. I Don't Want to Miss a Thing, Aerosmth

7. Please Forgive me, de Bryam Adams

8. Send me an Angel, Scorpions

9. Spending my time, Roxetete

10. I need to be in love, The Carpenters

11 Total Eclipse of the heart, Bonnie Tyler




12. Always, Bon Jovi

         La letra de la canción Je T’aime Moi Non Plus(1967), es un diálogo imaginario cantado con susurros que se produce en un acto sexual entre dos amantes. Las palabras susurradas, el lento ritmo, algún que otro gemido, el contenido de la letra y, que Jane Birkin, simulaba un orgasmo, hizo que el Vaticano la prohibiera en media Europa (España, Italia, Portugal, Suecia, Reino Unido, entre otros países....) sin embargo, a pesar de la censura fue todo un éxito de ventas.




sábado, 21 de noviembre de 2015

ESCRITORES: RIVALIDAD Y VENENO EN SUS LETRAS



Desde la Antigua Grecia, pasando por el Siglo de Oro español y hasta nuestros días, podemos leer que los escritores, poetas o literatos, que viven de las letras, se han lanzado dardos envenenados con una de sus mejores arma: la palabra escrita, ya sea en forma de verso, soneto, sátiras o en prosa. También alguno ha llegado a las manos, como un pugilista que combate dentro del ring.
Siempre hubo y habrá rivalidad a la hora de escribir. Desde que el mundo existe, la envidia, vanidad, inseguridad o los celos están a la orden del día. Y todo esto sucede en cualquier profesión, no sólo entre los literatos. Por suerte para los amantes de los libros, hoy en día parece que hay una tregua. Hay pocos insultos, pero afloran las metáforas. Hace algunos días leí un ensayo del poeta y narrador José Luis Díaz-Granados, quien reflexionaba en torno a la rivalidad entre distintos escritores.
Me impresionó de tal manera que comencé a indagar por estos lares y estos son algunos de los “dardos envenenados” más llamativos. No puedo ponerlos a todos, pues la lista sería interminable.

Platón-Homero: Platón en su libro 10 de la República pensaba que la poesía debía excluirse de lo que él consideraba un estado ideal, pues decía que era falsa y que inflamaba las emociones. Hubo siempre una permanente tensión entre la filosofía y la poesía.

Aristófanes (rey de la comedia)- Eurípides (rey de la tragedia): El primero atacaba la comedia de Eurípides, quizá porque sus héroes y príncipes hablaban un lenguaje cotidiano. Aristófanes consideraba que el teatro de Eurípides era como una degradación del teatro clásico.

  Dejamos atrás a los Clásicos y nos adentramos en el Siglo de Oro español. Nuestros antiguos literatos no se quedaron atrás y las guerras literarias eran bastantes comunes entre los escritores.


Cervantes (1547-1616)- Lope de Vega (1562-1635): a pesar de sus diferencias a la hora de usar la pluma, fueron amigos hasta que llegó el año 1602. A partir de ahí, se mofaban el uno del otro, sus escritos eran típicos dardos envenenados. Lope fue el maestro del soneto.


Quevedo (1580-1645)- Góngora (1561-1627): Góngora fue el creador del Culteranismo (era lo espiritual) y, Quevedo iba al Conceptismo (era lo orgánico). Se cree que Quevedo quiso lograr el renombre que ya tenía Góngora. No olvidemos que éste último ya había publicado versos en el año que nació Quevedo.  Éste no dudó de tildar a Góngora de homosexual, huraño, de jugador y de algo peor que por aquel entonces no estaba bien visto: de judío. No hay duda de que Quevedo fue el poeta más satírico, agudo y sin pelos en la lengua.

Pablo Neruda (1904-1973)- Pablo de Rokha (1894-1968): Entre los dos chilenos hubo una gran enemistad. La provocación personal era profunda, que fue de la mofa al insulto, con acusaciones y amenazas. Rokha (Carlos Luis Loyola) acometía a Neruda de plagio y de falta de responsabilidad política.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958): El Nobel de Literatura (1956) y poeta de la Generación del 98, publicaba anatemas contra Neruda en el periódico “El Sol” de Madrid. Escribía sobre el chileno que: “Gran poeta, una gran mal poeta de la desorganización”. Por su parte, Neruda le respondía: “Viejo niño diabólico de la poesía”…

Generación del 27: discordias y hostilidades

 Surgió en el año 1927 y lo integraron excelentes poetas que, celebraron el III centenario de la muerte de Luis de Góngora, a quien deciden imitar. Pero no todo era poesía, pues los enfrentamientos entre los literatos fueron sonados. La enemistad literaria más conocida de ésta Generación fue la que enfrentó a Juan Ramón Jiménez con algunos escritores, en especial con Pedro Salinas y Jorge Guillén (quienes habían sido discípulos suyos). Juan Ramón también atacaba a Vicente Aleixandre (ya en el destierro).

Rafael Alberti (1902-1999)- Federico García Lorca (1898-1936): No había una gran enemistad, pero sí un alejamiento agrio entre los dos poetas debido a que Alberti y su esposa pretendían que Lorca escribiera y firmara manifiestos comunistas y que, además ingresara en el PCE. El granadino se negó y hubo una gran disputa en la que Dámaso Alonso fue testigo.

 Juan Ramón Jiménez- Jorge Guillén (1893-1984): La ruptura de Juan Ramón y Jorge Guillén ocurría en marzo de 1933, cuando el vallisoletano deja de cumplir lo pactado con Juan Ramón respecto a la colaboración en la revista “Los Cuatro Vientos”. Jiménez en sus “Cartas Literarias” escribe; “Salinas es el oportunista, el pícaro mayor de las letras españolas. Un chulo, y Guillén y Dámaso no hacen más que apoyarlo y aprender de él hipocresía y sofisma”.

Premios Nobel, a puñetazo limpio

Vargas Llosa (1936)-García Márquez (1927-2014): entre los dos Premio Nobel habían celos, pero éstos no eran literarios. Parece ser que esas diferencias que tenían se debían a un problema de faldas.  El colombiano Gabriel García Márquez recibió un derechazo en un ojo a manos del peruano (1976), lo que supuso que acabara la estrecha amistad entre dos grandes de la literatura. Lo que realmente sucediera tan sólo lo sabe la ex mujer de Llosa, Patricia, quien estaba en medio de la trifulca.

En la rivalidad literaria no siempre hay celos.

En el caso de los franceses Gide (escritor y Premio Nobel en 1947) y Claudel (diplomático, dramaturgo y poeta) fueron los encontronazos de mentalidad y carácter.
André Gide (1869-1952)- Paul Claudel (1868-1955): Gide fue el defensor de los derechos de los homosexuales. Escribía novelas que desafiaban la moral cristiana y se burlaba de Claudel llamándole “fariseo y santurrón”. Por su parte, Claudel que era católico y conservador, además de un puritano, se desquitaba de los calificativos diciendo que era “depravado y un gusano inmundo”.


Nada que ver con sus obras

También están los escritores que no se han cortado un pelo en descalificaciones personales e injurias que nada tenían que ver con sus obras. Hablamos de Camilo José Cela y Paco Umbral.

Francisco Umbral (1932-2007): el madrileño, Premios Príncipe de Asturias de las Letras (1996) y Miguel de Cervantes (2000), tenía un tono directo, irónico y no exento de provocaciones. No le importaba destripar tanto a escritores como a periodistas. Sus dardos envenenados iban directos, en especial, contra Juan Marsé y Arturo Pérez-Reverte.

También fue muy duro con Rosa Chancel (1898-1994) que la tildó de lesbiana en un libro y de “Es una bruja cruzada de Mary Poppins”. Rosa no se quedó callada y le respondió: “Hay que ser un cretino. Umbral dice una ordinariez y estupidez asquerosa e imbécil, como que yo pretendía seducir a una señorita”.

Camilo José Cela (1916-2002): el gallego, Premios Príncipe de Asturias de las Letras (1987), Nobel de Literatura (1989) y Cervantes (1995) era el más odiado.  El académico de la RAE, protagonizó disputas de gran ferocidad, así como desplantes. El político y marqués, menospreciaba a los homosexuales y eso le costó las críticas de Antonio Gala, Julio Llamazares y de Terenci Moix (1942-2003). Éste último, criticaba las declaraciones de Cela sobre los homenajes a García Lorca y el apoyo de los homosexuales. Cela llegó a declarar que no tenía nada contra ellos, que se limitaba: “a no tomar por culo”.
  
Roberto Bolaño (1953-2003): El poeta chileno fue un duro crítico con distintos escritores contemporáneos. Afirmó de su compatriota Isabel Allende: “me parece una mala escritora, es una escribidora”. A lo que Isabel le respondía: “Bolaño habla mal de todo el mundo, pero eso no le hace mejor persona”.

Sobre mi paisano Arturo Pérez-Reverte llegó a expresar (refiriéndose a que forme pare de la RAE) que: “La Real Academia es una cueva de cráneos privilegiados. No está Marsé, ni Juan Goytisolo, ni Eduardo Mendoza…, pero está Pérez-Reverte. Bueno, también está Paulo Coelho en la academia Brasileña”.  

Por su parte Arturo le respondía: “Bolaño es un escritor muy literario, en el peor sentido del término. Pero ya está muerto y sería de mal gusto hablar mal de él, como hacía Bolaño, que no quería que leyeran a nadie más que a él”.



jueves, 8 de octubre de 2015

MUJERES MALAS: ¿NACEN O SE HACEN?



Hace unos meses cayeron en mis manos dos libros: “Mujeres malas y perversas de la historia”, de Rosa Mª Santidrian Padilla; y “Guardianas Nazis”, de Mónica G. Álvarez. Éste último, me impresionó mucho, por la crueldad de las mujeres nazis.
Casi siempre hemos pensado en la maldad, perversión o habilidad del hombre para lograr sus objetivos, sin embargo, las mujeres no se quedan atrás.  Se ha dicho muchas veces que el género femenino era débil, y resulta absurdo creer en eso.
La historia nos ha demostrado que hubo, hay y habrá mujeres célebres por llegar a ser santas o por ser malignas. A veces la barrera que separa el bien del mal es tan delgada que la podemos traspasar y hacer un daño moral y físico irreparable.
El primer asesino de la historia fue Caín, que mató a su hermano Abel, pero a la mujer siempre se la ha ligado al mal desde su encuentro con la serpiente en eso que llaman Paraíso. Las mujeres malas no pasan desapercibidas y pueden ser: astutas, crueles, traicioneras, manipuladoras, sin corazón, altivas, caprichosas, mentirosas, aunque hoy en día es difícil catalogarlas.
Las hay en la vida real, en la literatura, en el cine, televisión o incluso en el cómic. 
No debemos olvidar a la mujer “ángel”: que son muy sutiles y, quizás las más peligrosas. En apariencia son guapas, muy agradables, con maravillosos modales, son melosas como los gatitos. Dice el libro, que son cínicas, que pueden estar dándote una puñalada y sonreír a la misma vez. Porque les gusta saborear los frutos de sus maldades, son escurridizas, ágiles….no se dejan atrapar fácilmente.
        Ya lo decía Eurípides: “A menudo un rostro noble esconde maneras sucias”.
Hice un repasito por la historia y os dejo algunas “prendas de mujer”.  No están todas las que son, pues sería casi interminable la lista.

Mitología: destaca sobre todo la figura de Medea, que no perdona ni olvida. Cometió toda clase de atrocidades por amor a Jasón, incluso mató a su propio hermano, Absirto, descuartizándolo y desperdigando sus restos. Incendió su propia casa con sus hijos dentro. Le comentó a Jasón que era para que comprobara lo que ella sentía cuando la engañaba con otra mujer.


Agripina (Roma): hermana de Calígula (otro asesino) y madre de Nerón (otro que tal baila). Agripina amaba el poder e hizo todo lo      que estuvo en su mano para lograrlo, también usó su cuerpo. Nada le importaba. Tuvo sexo con su hermano y se prostituyó en la corte. Mató a su primer marido; conspiró para asesinar a su hermano y, luego, se deshizo de su segundo marido, Claudio, que era también su tío. Sus armas favoritas eran el veneno y contó con la ayuda de la esclava Locusta, que actuaba como envenenadora de confianza de Agripina y después de Nerón (recordar que éste envenenó a Británico)

 Elizabeth de Batthory: (Hungría 1560-1614) Llamada la condesa sangrienta, era de alta cuna y ha pasado a los anales de la historia por haber sido la responsable del asesinato de más de 600 mujeres jóvenes y vírgenes.  Ella estaba obsesionada con la belleza y la eterna juventud y para ello usaba la sangre de sus jóvenes sirvientas y pupilas para bañarse en sangre. En aquella época, una mujer de 44 años se acercaba mucho a la vejez.

Libro Guardianas Nazis: me impresionó cuando lo leí. Creo que fue la peor maquinaria de guerra que usó Hitler. El libro de Mónica G, Álvarez, periodista y escritora, sacó a la luz lo que nunca se había hablado antes y con claridad. Mucho se escribió, publicó e incluso ha sido llevado muchas veces al cine o TV, sobre los crímenes vinculados a los nazis, sobre todo de hombres. Pero, ayssssssss… las mujeres no se quedaron atrás. ¿Pensábamos que se dedicaban a parir niños puros y rubios que mejorarían la raza aria? Pues hubieron muchas mujeres malas y perversas que realizaban actos que nos dejarían muertos del pasmo.
 Mónica, explicaba en una de sus muchas entrevistas, que: “En verdad, las guardianas fueron adoctrinadas para vejar, maltratar, humillar, fustigar, seleccionar y matar prisioneros. Lo mismo les daba un hombre, mujer, anciano o un niño. Sus superiores sabían lo que hacían, e incluso el mismo Hitler. Eran mujeres normales con una sencilla vida, pero con una especial fascinación por impartir sufrimiento ajeno. Les encantaba machacar psicológicamente y físicamente a los prisioneros con el único fin de sentirse ellas superiores. Nadie puso remedio por parar a estas bestias asesinas. La mayoría murieron en la horca”.


Irma Grese “El ángel de Auschwitz” (Alemania). Fue supervisora de prisioneros de los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau, Bergen-Belsen y Ravensbruck, durante la II Guerra Mundial. Irma era conocida por dejar que los perros hambrientos y furiosos se lanzaran encima de las presas para devorarlas. Asesinar internas a tiros y a sangre fría, torturar a niños, abusos sexuales y palizas sádicas con un látigo trenzado hasta provocar la muerte de las víctimas, era un deporte diario.  En el juicio de Bergen-Belsen fue condenada a la horca a los 22 años. Fue ejecutada en Hamelín (Alemania) en diciembre de 1945


Australia: Katherine Knight  (1955) . La primera mujer australiana en ser condenada a cadena perpetúa sin libertad condicional. Knight tenía un largo historial de fracasos amorosos infernales.  Katherine, de 50 años, trabajaba en un matadero, por lo que sabía manejar los cuchillos o machetes. Incluso tenía una buena reputación entre sus vecinos a la hora de cortar la cabeza a los cerdos. Es madre de cuatro hijos (de dos relaciones distintas). El 29 de febrero de 2002, asestó 37 puñaladas a su compañero sentimental. Tras matarlo, despellejó su cuerpo y colgó la piel a la entrada de la casa. Le cortó la cabeza y distintas partes del cuerpo y todo ello lo metió en una olla con verduras para que esa noche cenaran sus hijos. Supuestamente, la policía llegó al domicilio antes de que los hijos se comieran el guiso.

Encarnación Jiménez (España. Nacida en 1974) Condenada a cadena perpetua por el asesinato de tres mujeres ancianas y, por el robo a otras diez. Ella las asesinaba sin piedad, primero las golpeaba brutalmente y, después la asfixiaba con un alambre.

Remedios Sánchez (España. Nacida en 1957):  La Audiencia de Barcelona condenó a la cocinera 144 años por asesinar a tres ancianas para robarlas  y atacar a otras siete en Barcelona y en apenas 24 días Según el Código Penal, no podrá cumplir más de 25 años de cárcel.  También fue condenada por siete robos con violencia y hurto.

Margarita Sánchez Gutiérrez (España. Nacida en 1953). Conocida como la “Viuda negra de Barcelona”, envenenó a 4 personas y lo intentó con otras 3 más, entre agosto de 1992 y junio de 1995. Ella ponía el veneno en la comida u bebida de sus víctimas.  El juicio deparó sorpresas, pues la sentencia la condenó a 34 años de cárcel por tres delitos de lesiones, otros de robo con violencia y un delito de falsedad. Todas eran personas próximas a su entorno y familiares. Fue absuelta de los asesinatos al no detectarse casos de muerte por cianamida. Su hija, que tenía por entonces 16 años, fue acusada de lesiones, robo con violencia y falsedad. Fue ingresada en un Centro de Menores de Cataluña. 


martes, 22 de septiembre de 2015

LA REINA DE ÁFRICA, de Cecil Scott Foreter



 "Pasaría más tiempo con mis hijos; ganaría el dinero antes de gastármelo; aprendería los placeres del vino en lugar de los de las bebidas fuertes; no fumaría cuando tuviera pulmonía y no me casaría por quinta vez", John Huston.

Cecil Scott Forester fue un novelista histórico, periodista, biógrafo, y guionista británico. Nació en El Cairo en 1899.  Sus principales obras las conocemos, ante todo, por el cine.  Forester es autor de una serie de novelas sobre el marino Horatio Homblower, combatiente en las Guerras Napoleónicas, una de las cuales, “El Hidalgo de los mares”, fue llevada al cine e interpretada por Gregory Peck.
Hoy me centraré en La Reina de África (1935).  A pesar de que el esquema de las novelas de Forester suele ser bastante repetitivo, el egipcio sabe conjugar muy bien los datos ficticios con los reales. Sin embargo, al parecer, la novela La Reina de África tiene dos finales distintos: uno para la edición americana y otro para la inglesa. El motivo lo desconozco, pero al parecer ninguno de los dos finales le satisfizo. Tampoco al director de la película Huston ni al guionista James Agee, por lo que optaron por un final feliz.
La Reina de África es todo un clásico que se ganó estar entre las novelas de aventuras o en la historia dorada del cine.  El ritmo es trepidante, tanto en la lectura como en la película.

Película: “La Reina de África”
Fue dirigida por John Huston (1951). Obtuvo tres nominaciones: al mejor director (Huston), mejor actriz principal (Hepburn) y al mejor guión (James Agee), pero la estatuilla se la llevó Bogart, como mejor actor principal. Sería el único Óscar en su trayectoria cinematográfica, con un papel muy distinto a los que solía interpretar (gánster o detectives privados).
        Personalmente, pienso que es una película de obligado visionado para todos los amantes de las aventuras. Es de las llamadas de “`primera clase”.
         La historia comienza en Uganda, allá por el año 1914. En Europa ha estallado la Primera Guerra Mundial.  Los alemanes han destruido la misión metodista de Rose Sayer (Katharine Hepburn) y han asesinado a Samuel Sayer, reverendo de la misión y hermano de Rose.
        Ésta no tiene otra solución que escapar con Charlie Allnut (Humphrey Bogart). Charlie es un marinero maduro, fumador empedernido y alcohólico que abastece los poblados del este de África con un pequeño barco al que bautizó con el nombre de “La Reina de África”. 
       El viaje es muy peligroso y lleno de riegos a los que hay que sumarle las disputas entre la pareja protagonista, de muy opuestos caracteres.  Rose es una solterona estirada y muy creyente. Charlie es un borracho fracasado, y ambos deben convivir en una barcaza ruinosa, pero capaz de hacer cosas increíbles y en circunstancias muy extremas.  La barca en cuestión es la tercera protagonista del film. Siempre averiada y en la que se viven riesgos, enfados monumentales, risas y, también, amor e intimidad.
Al inicio de la película observamos a un Charlie que sólo bebe alcohol y a una Rose que sigue el ritual de preparar el té. Sin embargo, a lo largo del recorrido por el río, que está plagado de sorpresas (enemigos alemanes, mosquitos enormes, sanguijuelas, cocodrilos, rápidos y cascadas), Rose se vuelve menos intransigente con el alcohol, pues acaba pidiéndole perdón por tirarle las botellas por la borda.  
Al principio de la aventura, Charlie sólo quiere ponerse a salvo de los alemanes, pero finalmente es convencido por Rose para atravesar el río hasta la desembocadura en el lago Victoria, con el objetivo de hundir un gran vapor alemán, con el que los germanos controlan la zona africana.
Finalmente llegan al lago donde se encuentra anclada la patrullera “Louisa”. Allnut dispone de unos torpedos en su lancha, pero tanto él como Rose son capturados antes de que puedan llevar a cabo su ataque. Condenados a morir ahorcados, piden como última voluntad que se les permita contraer matrimonio. Entretanto, el “Louisa” se va deslizando por el agua hasta colisionar con los restos de “La reina de África” y saltar en pedazos. Los dos prisioneros salen despedidos y caen al agua, libres de todo peligro.

Director: en un principio el film fue encargado a Howard Hawks, pero éste rechazó el proyecto. El encargado de dirigirla fue John Huston, que logró convertir una novela trágica en una película divertida llena de acción, humor y romance.  Rodó en exteriores, cosa que por aquella época no era muy habitual (1950).  El director estaba convencido de que el rodaje en localizaciones reales y remontando 1500 kilómetros de río era la única forma de hacer creíble su historia. Su estancia en África fue aprovechada para cazar, sobre todo ansiaba abatir a un elefante blanco. Más tarde, esta historia de los elefantes la aprovechó Clint Eastwood para rodar “Cazador blanco, corazón negro”.

Guionistas: En el guión de la película participaron Huston y James Agee (poeta, novelista y crítico de cine). Agee sufrió un infarto y no pudo ir a África- También participó Peter Viertel, pero no apareció en los créditos pues abandonó el rodaje al estar exasperado con los actos de Huston.

Reparto: Humphrey Bogart, Katharine Hepburn, Robert Morley, Peter Bull y Teodore Bikel.
    Huston reunía, por vez primera, a dos “grandes” del celuloide como eran Bogart y Hepburn, quienes nos hicieron disfrutar de un duelo interpretativo maravilloso.  La química que hubo entre ellos fue clave para el éxito de la película. Bogart acabó admirando a su compañera de rodaje por el buen humor que irradiaba siempre aunque estuviera llena de hormigas: “¿Cómo es posible que esta mujer aguante, si tiene hormigas hasta en las bragas?”, decía el actor.
 Anécdotas: Creo que el anecdotario de la película es de los más extensos en los rodajes de Hollywood debido a las numerosas penalidades acaecidas.  Rodaron durante 9 semanas en el Congo Belga y Uganda, pues en Kenia no les dejaron entrar con armas.  Imagino que Huston pensó que si los actores sufrían tanto como los protagonistas sería mucho más creíble la historia. Casi todo el equipo de rodaje cayó enfermo de disentería y malaria, menos Huston y Bogart, que nunca bebieron agua, sólo el whisky que llevaron.
        Hubo incidentes con serpientes venenosas y animales salvajes. No faltaron las lluvias torrenciales, invasión de hormigas soldado, avispas negras y mosquitos gigantes. La escenas dentro del agua tuvieron que rodarse en un enorme tanque de unos estudios británicos, pues el agua del río estaba infectada de Esquitosomas (parásitos que se introducen en el sistema venoso y las discapacidades que producen pueden llegar hasta causar la muerte).
        El calor y la humedad eran insoportables, de hecho los técnicos tenían que enterrar las latas con la película filmada en fosas bajo tierra para evitar que el sol y la humedad las destruyera.
         También llegó a hundirse la embarcación en pleno rodaje y tuvieron que sacarla con cuerdas entre todos los que formaban el equipo.
        En una de las escenas de la película, las sanguijuelas debían cubrir el pecho de Bogart, eran falsas, pero Huston le hizo creer que eran de verdad debido a un error del encargado de los efectos especiales. El actor, horrorizado, rodó muy deprisa la escena con gestos de repugnancia, dato que aprovechó Huston para darle más credibilidad a la escena.
        John Huston llamó a Bogart para ofrecerle el papel, éste le dijo a Lauren Bacall (su esposa por entonces y a la que se llevó al rodaje) que:” El Monstruo (Huston) quiere que vaya a rodar en plena selva africana, con cuarenta grados a la sombra, en una aldea plagada de mosquitos y rodeada de animales salvajes. Naturalmente, he aceptado”. Y es que Bogart decía del director con el que trabajó en “El halcón Maltés” que era la única persona capaz de beber más Whisky que él en una sola tarde.  ¡Dios la cría y ellos se juntan!
      Dicen que Katharine Hepburn era una fanática de la higiene y al enterarse que iba a África, durante el rodaje revisaba a los miembros del equipo por si habían cogido piojos. Bogart y Huston no cesaban de gastarle bromas por ese motivo de la higiene.

     Quizás lo peor de la película fueron los efectos especiales, algunos bastante malos, pero hay que tener en cuenta que estaban en el año 1950. 

miércoles, 5 de agosto de 2015

SEXO: ¿QUÉ PREFIERES CALIDAD O CANTIDAD?


Hay parejas que mantienen relaciones sexuales una vez por semana; otras varias veces; otras una vez al mes…¿Cual crees que  es una buena relación sexual?
Realmente, creo que lo de la frecuencia no tiene una norma fija. A veces, mucho no es sinónimo de bueno.  Cada pareja es un mundo y creo que el placer se disfruta, no se calcula ni se evalúa como si se tratara de unos exámenes de matemáticas.

Está claro que el número de las relaciones sexuales no tiene porqué estar reñido con la calidad. Tampoco hacerlo de forma frecuente involucra que el acto debe ser corto o que tener sexo de calidad quiera decir que hay que estar muchas horas practicándolo.
Nunca me han gustado las estadísticas, pero vamos a husmear lo que hay por este mundillo online.

Dicen que una vez cada dos días para los menores de 30 años; dos veces a la semana para las personas situadas entre los 30-50 años y una vez a la semana para los mayores de 50 años.
Vamos a seguir con otra estadística realizada por la empresa Durex: la encuesta nos revela que los españoles practicamos el sexo una vez cada cuatro días (90 veces al año); mientras que los franceses tienen una media de 122 coitos al año y los americanos 132…..peor lo tienen los japoneses, pues sólo lo hacen unas 37 veces al año….¡¡¡¡¡¡El que no se consuela es porque no quiere!!!

Estoy convencida que si le preguntas a un hombre, éste te dirá que prefiere sexo a diario, pero ¿las mujeres piensan igual? Nosotras queremos sexo del “bueno” de ese que es recordable y no nos valen muchos coitos a medias.
Pero no siempre llueve a gusto de todos y el problema surge cuando uno de los dos cónyuges no se siente feliz con el número de encuentros sexuales. ¿Qué ocurre? ¿Cómo lo solucionamos?

Está claro que si eres rechazado varias veces por tu pareja, ésta comienza a lanzar indirectas para pedir lo que desea. Y la persona que no quiere sexo percibe esas indirectas (porque no somos tontos) y puede sentir que si les das un abrazo o un beso, quiere decir que hay que practicar sexo en ese momento. El problema es que se corre el riesgo de que ante tanto rechazo, se pierda la motivación y acabe por no volver a pedir sexo, aunque sólo sea por no recibir otra negativa.


Por otro lado, las indirectas pueden generar ansiedad en la persona que no tiene apetito sexual y, quizás, se sienta presionado, lo que puede acabar con tensiones de pareja. Lo mejor es hablar con tu pareja de forma clara sobre lo que te sucede e intentar que no se sienta mal por decir que No. Otra solución es acudir a un especialista.