lunes, 25 de agosto de 2014

LOS DESEOS DISCONFORMES EN LA PAREJA




       Por mucho que nos empeñemos en decir que ambos sexos son iguales, no es cierto. Hay situaciones o momentos en que usamos un lenguaje distinto que puede provocar ciertos “mosqueos” en la pareja.
         ¿Quién no se ha enfadado porque él no te acompaña al supermercado o se ha olvidado un aniversario? o ¿cuántas veces no has discutido porque él siempre tiene el mando a distancia y no te deja ver una película? Hay que tener claro que hay cosas personales que a ambos nos molestan, pero….. ayssssssssss estamos condenados a ceder y llegar a un buen consenso por el bien de la pareja.
¿Es verdad que es difícil llegar a comprender a los hombres? ¿Nosotras somos tan complicadas que nuestro lenguaje no es entendible?
         Cuando nos enamoramos somos capaces de ceder en todo, pero con el paso del tiempo  vemos que nuestros caracteres, gustos o manías no llegan a ser compatibles con los de la pareja. ¿Qué se puede hacer? Yo, personalmente, creo que no se deben de renunciar a cosas que son verdaderamente importantes por eso que llamamos amor. Creo que la pareja debe ser más flexible y ver en qué cosas se puede llegar a un buen entendimiento.
         He realizado un recorrido por distintos portales de internet para investigar los deseos que no debes esperar de él si no quieres vivir disgustada cada dos por tres.

          Comenzamos por ellas: las he citado según mi criterio personal y he añadido otras que considero importantes.

Iniciativa en una disputa: si nosotras somos sinceras, debemos reconocer que les damos cien vueltas a las cosas y él no está por la labor de discutir. Así que no te enfades, quizás el no le da importancia que tú le puedes dar y le quita hierro.

Deportes (fútbol): acepta de una vez que para él el fútbol es su hobby y que le relaja (aunque a veces parecen energúmenos). Nunca cambiará un encuentro futbolístico por ver una película romántica contigo. 

 Que adivine las cosas: sí, nosotras esperamos que él adivine qué nos puede estar pasando y vamos con indirectas. ¿Tan difícil es ser directa? Si te ha ocurrido algo o estás molesta, coméntaselo sin dar demasiados rodeos. Otra cosa es que te responda como esperas de él.

Sexo: algunas mujeres piensan que ellos siempre están dispuestos a mantener sexo. ¿Son máquinas sexuales? No,  habrá momentos en que les pueda pasar  como a nosotras, y no tenga ganas de sexo. No te comas el “coco” y no pienses que ya no le gustas o que tiene a otra en su mente. Quizás está estresado o tiene problemas en el trabajo. Intenta seducirlo con mimitos y si no “cuela”, pues respétalo.

Que cambie por ti: al inicio del enamoramiento no vemos los defectos  o manías de nuestra pareja, pero con el paso del tiempo pueden ponernos de los nervios. No podemos  corregirla y resaltar sus defectos, pues podemos hacer que se sienta un desastre. Esta pretensión puede llegar a ser un chantaje emocional que afecte a la relación de pareja. Hay que aceptarle tal y como es. Si hay algo que te molesta díselo.

Deseos masculinos en desacuerdo con ellas
        Al igual que nos pasa a nosotras, ellos tienen ciertos deseos con respecto a nosotras que no podremos cambiar por mucho que que se empeñen. ¿Por qué muchos hombres nos califican de tiquismiquis? Pienso que lo tienen muy negro si creen que pueden modificarnos.

Compartir armario y baño: aysssssss…nosotras necesitamos mucho más espacio en el armario que ellos, pues nuestra ropa y complementos ocupa más sitio. Mejor que él  se quede con el de la habitación de invitados.
        Respecto al baño, queda claro que la gran mayoría de las cosas son nuestras (cremas de día y de noche, lociones, perfumes, maquillajes, secador, plancha, sales de baño…)  y ¿qué tiene un hombre?, pues la maquinilla de afeitar, la loción para después del afeitado, alguna colonia y, algunos, cremas para la cara. ¿Para qué necesita la mitad del espacio?

Limpiar el armario: es una tarea que nos cuesta mucho hacerla y quizás tengan razón. Sin embargo, ellos no entienden que nos cuesta desprendernos de ropa, aunque ésta tenga varias temporadas. Los hombres se quejan de que si no las usamos para qué las guardamos y el armario está a reventar. Y luego solemos decir que no tenemos nada que ponernos….aysssssssss…
Ellos tienen lo justo y se deshacen de lo que no se ponen.

Juntos de compras: es una cosa que, la gran mayoría de los hombres odia, pues no tienen paciencia. Ellos son más rápidos a la hora de comprar. Ellos no se tiran horas para elegir unos zapatos. Se prueban unos, y si les quedan bien, los compran. No soportan la idea de que nos probemos ropa y complementos. Odian  ir de una tienda a otra esquivando a la gente y, además les cargamos con todas las bolsas. ¿Le has escuchado que refunfuña cuando asomamos la cabeza por el probador para preguntarle otra vez si le gusta cómo nos queda el pantalón?  Hay que comprender que a nosotras nos gusta ir de compras y que, además, nos divierte.


Mirar a otras mujeres: vas de paseo y tu pareja, con mucho morro, se vuelve para ver mejor a la chica que acaba de pasar. ¡Y encima esperan que no nos moleste! Decir que los hombres no miran a las mujeres, aunque estén en pareja, es mentira. Y les da igual que vayas a su lado o estén solos, tienen un morro que se lo pisan. Seguro que no se han fijado en sus ojos, no…seguro que serán sus senos y sus glúteos.