Dicen los entendidos que
todo vale con el sexo, pero yo no estoy tan de acuerdo. Para que una relación
sexual sea sana y plena debe haber un consentimiento mutuo. No deben
traspasarse ciertas barreras y más cuando se dañan a terceras personas que son
de tu propia sangre o familia. Yo os pregunto: ¿vale la pena un amor
cuando acabará en tragedia? ¿Una traición se puede mantener sin herir a
nadie?
Os propongo que veáis la película Damage (Herida) y a
quién tenga el libro pues que aproveche y lo lea, que seguro os hará reflexionar.
La novela
“Herida” fue escrita por la irlandesa Josephine
Hart (fallecida en 2011, a los 59 años) y que, para ser su primera
obra, se convirtió en best
seller. En España se publicó en
1991, y más tarde, cuando se estrenó la película en 1993, se volvería a editar.
El libro es ameno y de lectura fácil; nos relata una relación sexual obsesiva y
destructiva entre un importante diplomático inglés y su nuera. Y que, como casi
todas las obsesiones, acaba en tragedia.
¿Qué
ocurre para que cambie la vida de un hombre íntegro y dedicado por
completo a la familia y al trabajo? ¿Qué poder tiene la sexualidad humana para
arruinar a una persona y a los que le rodean?
El frío
y distante ministro y médico inglés, Dr. Stephen Fleming (Jeremy Irons)
está casado con Ingrid (Miranda Richardson). En plena madurez, su vida laboral
y familiar es modélica. Su esposa es inteligente y guapa, sus dos hijos
estupendos (Martyn y Sally)…, pero un buen día su hijo Martyn (Rupert Graves)
presenta a la familia a su novia Ann Barton (Juliette Binoche), y entre
el suegro y la enigmática nuera se establece una relación amorosa desenfrenada
y obsesiva, que ninguno de los dos pueden controlar.
La
relación que existe entre ambos es de total pasión física y dominio mutuo. Anna
se convierte en su juguete sexual, pero a mi entender es él quién está dominado
por ella. Quizás el personaje de Stephen es el más egoísta de todos,
incluso mucho más que el de Anna. Él pensaba que tenía su vida bajo control y
no le importa dañar a su propia esposa. Pero, ¿de qué vale un amor que acaba
con la vida de su hijo?
También
el papel de Ingrid en la acción resulta fundamental, ya que ve cómo pierde a un
hijo y que la perfecta familia que tenía (o creía tener) ya no existe. Miranda
Richardson ganó el Premio BAFTA a la mejor actriz de reparto por esta película
y, además, fue nominada al Premio Oscar.
La película “Herida”
(título que se le dio en España) está dirigida por Louis Malle en 1992 y es una
coproducción británica-francesa.
En la película, los
personajes y la historia está bien clara: Stephen no logra controlar sus
sentimientos y con Anna vive una pasión desconocida, un amor obsesivo y
clandestino sin poder vitarlo, hasta que el hijo los descubre y la
historia acaba en tragedia. El papel de Anna en la película es la de una mujer
muy bella, pero a la vez enigmática, ardiente en la cama y fría por
ser capaz de llevar una doble relación amorosa.
Louis Malle logró
plasmar un cóctel con los ingredientes de un drama pasional, un triángulo
amoroso (amor prohibido), erotismo y dos infidelidades. Y la reflexión que te
haces cuando acabas de verla quizá sea que no podemos controlar casi nada en
nuestra vida. En nombre de lo que llamamos amor, a veces, perdemos la cabeza, y
a veces podemos perderlo todo. ¿Se puede ser feliz a costa de causarles dolor a
los que decimos querer? ¿Una traición se puede mantener sin herir a nadie?
El reparto y las
actuaciones de los actores son magníficos. Miranda Richardson luce como nunca y
optó a un Óscar a la mejor actriz de reparto, además de otros premios. Y ¿qué
decir de Irons? Si fuera mi suegro, quizás no lo dudaría… Bromas aparte, es todo
un veterano en el mundo del cine. El papel de lord inglés, con ese porte
elegante y mirada esquiva, le vino como anillo al dedo.